Hace diez años nació El horno de Babette para unirse a uno de los oficios más antiguos de la historia: la panadería. El recorrido no ha sido, precisamente, pan comido pero su evolución demuestra que la pasión y el trabajo bien hecho es sinónimo de éxito. Tras él, Beatriz Echeverría y Carla Medrano velan por seguir manteniendo los valores y principios que les ha llevado a convertirse en uno de los obradores de referencia en nuestro país.
Un pequeño obrador
El horno de Babette ha intentado desde sus inicios aportar su granito de arena a esta revolución panarra, elaborando panes con ingredientes de calidad, masas madre, fermentaciones largas y formando alumnos a través de su escuela de panadería, siendo esta parte el verdadero germen del nacimiento del obrador, que surgió como resultado de la gran acogida a los cursos para aprender a hacer pan que Beatriz impartía en la cocina de su propia casa, incluso cuando el pan todavía no estaba de moda.
Gracias a su entrega, compromiso y profesionalidad, el nombre de El horno de Babette resuena con fuerza y a sus talleres, hoy en día, acuden tanto aficionados como profesionales para aprender conceptos y técnicas de la mano de panaderos de toda España. A pesar del ritmo frenético que ha experimentado el negocio, Echevarría asegura que los valores siguen siendo los mismos: “calidad y formación continua. La responsabilidad ha crecido mucho, pero hay algo que siempre hemos tenido claro, queríamos hacer un producto excelente, dar una atención exquisita en tienda y formar un gran equipo”.
El obrador madrileño celebra una década haciendo repaso de su historia y evolución
El resultado de su esfuerzo puede comprobarse a través de sus cuatro locales repartidos por Madrid, el último recientemente inaugurado, está situado en la calle Serrano. Se trata de un local sencillo pero con ese toque especial que forma parte de lo artesano. Su interiorismo, a cargo del estudio Sierra de la Higuera, le confiere a la tienda la calidez y la proximidad, imprescindibles a la hora de tratar con el cliente. El éxito de El horno de Babette también queda patente a través de los numerosos premios recibidos como el Miga de Oro en 2016 o Panadera de Excelencia 2018, además de ser incluida en la Ruta Española del Buen Pan 2018 y en las primeras posiciones de las listas Top con productos tan especiales como el croissant o el Roscón de Reyes.
Pan de verdad
Ahora que comprar pan de autor es la última tendencia, que la masa madre es más popular que nunca, que consumir harina de espelta o centeno está de moda y que las bakery inundan las calles, El horno de Babette es uno de los obradores más involucrados en la divulgación del pan como cultura y oficio. Prueba de ello es su participación en el colectivo La Pepa, que une a panaderos de toda España para, entre otros objetivos, contribuir a la “concienciación sobre la importancia de los procesos de calidad de la materia prima y el papel que juega el artesano para lograr un pan bueno, aromático y saludable”.