Las pastelerías madrileñas venderán cuatro millones de torrijas en Semana Santa

«Cuatro millones y medio de dulces típicos de la Semana Santa, que suponen un 5 % más de los vendidos y degustados por los madrileños el pasado año” son las previsiones que desde la Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de la Pastelería (Asempas) van a degustar los madrileños” ha destacado Pedro Rollán, presidente en funciones de la Comunidad de Madrid. “Además se venderán medio millón de Monas de Pascua” , añade. Así, torrijas y monas de Pascua ocupan ya obradores y escaparates de los casi 3.000 establecimientos que se dedican al comercio al por menor de confites y pastelerías de nuestra región, y en los que trabajan más de 7.500 personas.


La historia de la torrija está, en su origen, vinculada con las parturientas y no con la Semana Santa, una festividad con la que este dulce postre guarda hoy una muy estrecha vinculación. La receta tal y como la conocemos hoy en día (aunque se trate de una de las fórmulas que más ha evolucionado y cambiado) tienen su origen en el siglo XVI.
En aquellos tiempos, las torrijasse preparaban para que las parturientas se  recuperaran mejor del parto. Eran pequeñas rebanadas de pan duro con huevo, azúcar y leche o vino que se solían ofrecer junto con una copa de vino.
No obstante, en poco tiempo se convirtió en un postre muy vinculado a la Semana Santa y a la Cuaresma. Se cree que por su alto aporte calórico, además de por ser un alimento muy saciante, se convirtió en una receta idónea para esa época del año en el que, entre otros alimentos, se renunciaba a la carne.
De hecho, la torrija es un postre estrechamente ligado a los tiempos de penurias económicas, ya que no sólo permite aprovechar un pan que puede echarse a perder, sino que con alimentos frecuentes en la gran mayoría de los hogares se puede preparar un dulce.
De todas formas, cabe señalar que las primeras referencias a la torrija (o a alguna elaboración muy similar aunque con otros nombres) datan de los siglos IV o V y son recogidas por Apicio como ejemplo de recetas latinas. En la Edad Medieval, son muchos los países europeos, como es el caso de Francia o Inglaterra, a modo de ejemplo, en los que se elaboraban recetas similares.

El dulce por excelencia de la Semana Santa madrileña es la torrija, que salió de los exclusivos fogones de los conventos y palacios del siglo XV para introducirse en los hogares de todos los madrileños, debido a la facilidad para transformar los restos de pan en un delicioso postre casero. Actualmente, a las tradicionales de leche o vino se han sumado otras variedades de torrijas, también sin gluten, que se presentan rellenas o cubiertas de diferentes mermeladas, cremas o chocolates.
Hay que recordar que Horno Castellano ha sido el ganador en el concurso que se ha celebrado en Madrid de “Las mejores torrijas de la Comunidad de Madrid”.

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