En el sur de Italia, especialmente en Sicilia, la tradición de la panadería y pastelería popular ha dado vida a uno de los bocados más queridos: la pizzetta, también llamada pizzella. Un pequeño formato que concentra todo el sabor y el encanto de la pizza clásica en una versión práctica, versátil y perfecta como snack.

El ‘impasto per pizzette’ es una masa especial, diferente de la masa de pizza tradicional. Contiene un toque de azúcar y, en muchos casos, se enriquece con manteca (strutto) o incluso con huevo, lo que la hace más suave, fragante y con un punto dulzón característico. Es la base de numerosos ‘snack sicilianos’: rustici, cartocciate y, por supuesto, las irresistibles pizzette. De 50 a 100 gramos cada una, estas pequeñas joyas se convierten en la propuesta ideal para un aperitivo, una merienda o para agasajar a los invitados en casa. La de la fotografía, por ejemplo, está elaborada con pulpa de tomate fresco, mozzarella fresca, albahaca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra: la simplicidad de siempre en un formato pequeño.
Masa para Pizzette
Ingredientes
Harina de fuerza (W 280-300) / 1000 gr.
Agua / 450 gr.
Huevo (1 huevo entero) / 50 gr.
Manteca (strutto) / 100 gr.
Sal/ 30 gr.
Azúcar / 50 gr.
Levadura fresca / 10-15 gr.
Elaboración
- Colocar en la amasadora (o amasar a mano) la harina, el azúcar, la levadura fresca desmenuzada y el agua. Amasar hasta obtener una masa homogénea.
- Añadir el huevo entero y continuar amasando hasta su completa absorción.
- Incorporar la manteca poco a poco, dejando que se integre gradualmente en la masa.
- Añadir finalmente la sal y trabajar hasta obtener una masa lisa y elástica.
- Dejar reposar la masa tapada durante 30-40 minutos.
- Formar bolitas de 50 a 100 g cada una y colocarlas en una bandeja con papel de horno o ligeramente engrasada con aceite. Cubrir y dejar fermentar hasta que dupliquen su volumen.
- Estirar suavemente las bolitas, rellenar con pulpa de tomate fresco, mozzarella fresca, hojas de albahaca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Hornear en horno precalentado a 220-230 °C hasta que estén doradas.
Esta masa representa una de las bases más versátiles de la tradición siciliana, dando vida a rustici, cartocciate y pizzette: los verdaderos snack del Sur.