Felipe Ruano, presidente de Asemac
Si observamos el peso de las ventas de masas congeladas con respecto a las ventas totales de pan, se observa un aumento constante de las mismas desde 1995.
Podría decirse que las masas congeladas revolucionaron el concepto de venta del pan, la bollería y la pastelería. Por lo que hemos pasado de un crecimiento exponencial, fácil de observar en cualquier mercado en expansión que experimenta un elevado índice de crecimiento, a un crecimiento sostenido y mantenido en estos últimos años, más acorde con un mercado ya consolidado.
Hemos observado que, además, desde las masas congeladas se ha mantenido los índices de crecimiento incluso durante el período de la crisis de consumo, continuando con cifras positivas a día de hoy.
De hecho, si extrapolamos los datos obtenidos sobre los productos del sector de masas congeladas de los tres primeros trimestres de este año 2018, se prevé un aumento aproximado del 2% en la producción y de un 3% (también apróximado) en cuanto a la facturación.
La capacidad de disponibilidad de los productos derivados de las masas congeladas se debe a su fácil distribución, conservación y acabado. Siendo sólo necesario un proceso de descongelación para permitir su horneado en el propio punto de distribución, y en un período de tiempo muy corto. Lo que facilita el hecho de poder servir las piezas recién horneadas y listas para su consumo.
También se ha conseguido reducir la inversión en equipamiento en el punto de venta, facilitando así la labor del personal destinado al acabado de los productos, ya que muchos de ellos requieren una mínima manipulación. Por lo que, gracias al consiguiente ahorro de tiempo, mínima preparación y máxima limpieza, podemos hablar de sostenibilidad en todos los sentidos.
La irrupción en el mercado de las masas congeladas, ha supuesto una auténtica revolución dentro del sector Horeca al permitir servir una amplia gama de productos recién hechos a cualquier hora del día.
Cabe destacar que, dentro de las tendencias que vienen pisando fuerte este año en el sector de la alimentación, los productos “on-the-go”, encontramos una gran variedad elaborados gracias al uso de masas congeladas. Lo que sin duda supondrá un nuevo impulso en los datos sobre el consumo de las mismas.
De tal manera, los últimos lanzamientos del sector han sido de productos enriquecidos con ingredientes capaces de aportar un valor nutricional añadido, o bien de productos reformulados que disminuyen su contenido en sal, grasas y azúcares añadidos. Encajando así en las necesidades de un consumidor cada vez más preocupado por el seguimiento de una dieta saludable.
Como presidente de la Asociación de la Industria española de panadería, bollería y pastelería puedo asegurar que los departamentos de I+D+I de nuestros asociados se esfuerzan en desarrollar productos de gran calidad, logrando un acabado artesano recién hecho. Uno de los éxitos obtenidos por estos departamentos es el de garantizar la perfecta conservación de las masas congeladas durante doce meses.
Desde Asemac seguiremos trabajando por los intereses de nuestros asociados, ayudando a que: calidad, innovación y sostenibilidad; sigan siendo los valores de cabecera de las empresas que representamos.