La Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC) cierra en Toledo las XXXVII Jornadas Técnicas, que se han celebrado bajo el título “Atracción y retención del talento en la cadena de valor cerealista”.

Las dificultades que hoy en día tiene la cadena de valor de los cereales para atraer talento y retenerlo, sobre todo en el medio rural puede tener solución si el futuro se basa en la sostenibilidad medioambiental, la digitalización y la aplicación de la Inteligencia Artificial a todos los procesos.
La elección de esta ciudad, destacada zona de cultivo de cereal en medio de la España rural y cerealista sostiene el compromiso de la organización con el empleo en origen y con una cadena de valor que necesita perfiles jóvenes y formados, que conozcan las nuevas tecnologías y sepan aplicarlas en todos los eslabones de la cadena para lograr la competitividad que en estos momentos necesita el sector. El encuentro ha contado con el patrocinio de Dacsa Group y Fundación Grupo AN, el respaldo institucional de la Junta de Castilla-La Mancha —a través de su marca Campo y Alma— y la colaboración del proyecto LIFE Innocereal EU, el Grupo Operativo Climsostrigo y la Asociación de Antiguos Alumnos de la Escuela de Molinería de Francia (AEMIC).
Javier Alonso, presidente de la AETC, ha subrayado que “de estas jornadas salimos con tareas concretas: programas de formación, prácticas y pilotos que acerquen la innovación al campo y a la industria” y añadió que “el avance depende de trabajar en red entre empresas, administraciones y centros de conocimiento; ese es el puente que activamos desde Toledo”. Durante la segunda de las jornadas, David Soba (Grupo AN) ha compartido las experiencias que está desarrollando esta corporación para “adaptarse innovando” con leguminosas ante el cambio climático y los nuevos hábitos de consumo. El bloque técnico de campo y poscosecha ha continuado con Alejandro Jolín y Esteban Pérez-Estrada (DESUR), que han abordado la conservación, el mantenimiento y el control de plagas en mercancía almacenada; siguió Pedro Fernández (SIPCAM), con el papel de los bioestimulantes en la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción cerealista; y se ha completado con Beatriz Vázquez (RAGT) sobre rotación cerealista y cubiertas vegetales para una agricultura más resiliente, Francisco Márquez (UCO) con Life Innocereal EU: una realidad sostenible y certificada al servicio del sector cerealista, y Zheni Valerieva (Hyperplan) con la ponencia, “Datos que suman: atraer talento, reducir incertidumbre y reforzar la experiencia”.
La AETC convirtió este evento en un foro de transferencia tecnológica efectiva: sostenibilidad, digitalización e innovación quedaron ratificadas como palancas de competitividad y empleo, con soluciones aplicadas en campo, poscosecha e industria, certificación ambiental y analítica de datos que impulsan el empleo cualificado en origen
En paralelo, la industria de transformación ha mostradocómo la innovación también atrae y fideliza talento: Marta Caminero, Sergio Cerrillo y Marcos Jerez (Lesaffre) compartieron las claves “del grano al horno” para optimizar la panificación; Guillermo Martín y Eduard Jiménez (Eurogerm) presentaron la fermentación sólida como solución a los retos actuales; el profesor Jan Delcour (KU Leuven) aportó su visión académica con “Our daily bread: a fascinating and socially relevant study object”; Olivier Descamps y Christophe Chovot (Flanquart) introdujeron semillas e ingredientes funcionales con experiencia francesa; y Clara de Lucas (Puratos) analizó las tendencias en granos y semillas.
Por último, el contexto estratégico del día lo han aportado las sesiones de geopolítica y sostenibilidad. Alfonso Chico de Guzmán (Finca La Junquera), Maite Llorens (Fundación Global Nature) y Pedro A. Palazón (IDEAGRO) confrontaron las expectativas y la realidad de la agricultura regenerativa en cereales; mientras que Toño Catón (Ingeniero Agrónomo) y Tomás García Azcárate (doctor ingeniero agrónomo, miembro del CEIGRAM y de la Academia de Agricultura de Francia) explicaron la influencia de la geopolítica mundial en los mercados agrarios.
Con esta clausura, la AETC reafirma su papel como tractora de talento y de diálogo técnico entre campo, industria y ciencia, situando Toledo y su ecosistema cerealista como escaparate de innovación aplicada y oportunidades profesionales para el relevo generacional.








