Producto gastronómico artesanal de Galicia elaborado con harinas autóctonas y técnicas tradicionales. Cuenta, desde 2004, con el sello de la Indicación Geográfica Protegida que garantiza su autenticidad y calidad.
Los orígenes del pan de Cea se encuentran en San Cristovo de Cea, su tradición panadera ha transcurrido paralelas a la historia del Monasterio Cisterciense de Santa María La Real de Osera, Monacato que nunca dejó de lado las prácticas de la molienda y la panificación, pasándose a denominar La Villa del buen Pan”.
El pan de Cea es un pan natural 100%, con el empleo de todas las harinas naturales en el que no se pueden utilizar productos químicos que alteren la fermentación ni la trazabilidad del pan. Son harinas autóctonas de la zona al 75%, hechas con molinos de piedra, y el 25% restante es harina de fábrica, gran fuerza especial. Estas harinas de Cea van a dar al pan un sabor característico y una buena conservación. En el proceso de elaboración no utilizan ningún proceso industrial, todo es a mano con la salvedad que la única máquina permitida por el consejo regulador es una amasadora. Entre la normativa sanitaria hay que destacar que se permite utilizar la madera por su característica de conservar un calor constante en el horno, sin alteraciones. En la cocción se usan unos hornos con una construcción típica de la zona, de piedra con bóveda esférica de media naranja.
El pan de Cea está arraigado no solo en la provincia de Ourense, sino en toda la comunidad gallega e incluso se puede encontrar en todo el territorio nacional. Por sus condiciones organolépticas, es un pan que se conserva entre seis y ocho días sin perder su sabor, su aroma y su presencia, por lo que le permite viajar.
