Un bar de aire rústico-industrial con capacidad para treinta comensales, con terraza ha abierto sus puertas en Madrid. Al frente de la elaboración del pan se encuentra John Torres de la Panotheca que es el encargado de preparar las piezas de pan especiales para cada relleno. Sus barritas cuentan con más humedad de lo habitual de manera que una vez tostadas conservan toda la jugosidad en la miga debido al empleo de harinas especiales, todas diferentes y fermentaciones muy lentas. El local presume de tener al panadero en casa y, por tanto, de hacer auténticos bocatas que molan que sin duda te harán disfrutar como en ningún otro bar.
La carta se divide en cuatro apartados “sobre pan”, “entre pan”, “barritas”, “varios“ y “postres” según tamaños. Estos se presentan como lo que son: piezas insólitas en su categoría con menajes sorprendentes, como latas de conserva, boles o platos de melanina y sobre papel de periódico.