Más de un centenar de agricultores, convocados por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, se han concentrado ante las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid para denunciar la crítica situación que atraviesa el cultivo de cereal en España y exigir al Gobierno medidas inmediatas.

La concentración, que ha reunido a cientos de agricultores, ha servido para trasladar públicamente las reivindicaciones conjuntas de las tres organizaciones, tras meses de crisis de rentabilidad agravada por los altos costes de producción, el hundimiento de los precios y la competencia desleal de importaciones masivas.
Durante el acto, los responsables de ASAJA, COAG y UPA han recordado las tres principales demandas que el sector plantea al Ministerio: Ayuda directa a los agricultores por el sobrecoste de los fertilizantes, que en muchos casos ha duplicado el gasto de los productores en las últimas campañas. La supresión inmediata de los aranceles a la importación de fertilizantes, que encarecen artificialmente los costes para el campo español mientras otros sectores quedan exentos. Y, por último, un control real de las importaciones de cereales, dando prioridad a la producción nacional frente a la entrada masiva de cereal de países terceros sin los mismos controles ni estándares.
El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, declaró que «Hoy lo que está en juego no es sólo la renta de los agricultores, sino la supervivencia misma de miles de explotaciones cerealistas. No podemos permitir que, con precios hundidos por debajo de los 200 euros por tonelada y costes que superan los 800 euros por hectárea, se siga forzando al sector a trabajar a pérdidas” ha señalado Pedro Barato, presidente nacional de Asaja. “Lo que pedimos son medidas concretas, inmediatas y perfectamente aplicables: ayudas directas sobre las facturas de fertilizantes, acabar con los aranceles absurdos y defender de una vez por todas la producción española frente a la competencia desleal” ha insistido.
“Trabajamos a pérdidas”
Pedro Barato ha denunciado que “la supervivencia misma de miles de explotaciones cerealistas está en juego” y cifró el coste por hectárea en más de 800 euros, frente a precios de venta por debajo de 200 euros por tonelada. “No podemos permitir que se siga obligando a trabajar a pérdidas.” Por su parte, el responsable del sector de cereales de la Ejecutiva de COAG, Javier Fatás ha señalado que “los precios ya no se deciden en nuestros campos, sino en despachos a miles de kilómetros. El agricultor es el eslabón más débil de la cadena”. Fatás ha denunciado que actualmente se paga el trigo por debajo de 220 €/tonelada, cuando producirlo cuesta más de 250 €, y alertó de un mercado global “distorsionado por intereses financieros”.
Las tres organizaciones advirtieron que, si no se actúa, las protestas se extenderán por toda España y podrían llevarse también a Bruselas, exigiendo una respuesta a nivel europeo ante los efectos del Pacto Verde Europeo y la falta de protección frente a la competencia exterior sin controles equivalentes.