6 de cada 10 españoles ha reducido su gasto en la compra, pero un 63% continúa permitiéndose caprichos dulces

La inflación ha impactado significativamente en el comportamiento de los consumidores en España, llevando a muchos de ellos a reducir su gasto en la cesta de la compra. Este fenómeno, unido a la llegada del verano y a la creciente conciencia sobre la importancia de cuidar la dieta y adoptar hábitos saludables, ha incentivado que la población tenga una consideración cada vez mayor por lo que come y que sea, a su vez, más exigente en sus elecciones.


Así, y aún cuando 6 de cada 10 españoles ha reducido o planea reducir el gasto en la compra de alimentos, el 63% de la población continúa permitiéndose darse un capricho con productos dulces. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la encuesta Taste Tomorrow, elaborada por Puratos, multinacional líder que ofrece una amplia gama de ingredientes y servicios innovadores para la industria de la panadería, pastelería y chocolate, la cual recopila las principales tendencias del sector alimentario, en general, y del sector del pan y la repostería, en particular.

En este sentido, según el informe, que recoge datos de panadería, pastelería y chocolate de más de 18.000 consumidores de 44 países de todo el mundo, los encuestados afirman que el sabor sigue siendo el principal móvil de compra tanto en el ámbito del pan como en el caso de la bollería y los productos de chocolate, aunque los clientes tienen cada vez más en cuenta su presupuesto.

En palabras de Daniel García, Marketing Intelligence Manager de Puratos, “según se deriva de esta encuesta, el 63% de los consumidores disfruta dándose un capricho con dulces, a pesar de que el precio de los productos sea un elemento cada vez más determinante”. En una línea similar, García ha asegurado que “más de la mitad de los clientes continúa priorizando la calidad de los artículos de panadería (en un 66%), pastelería (en un 60%) y chocolate (en un 64%) por encima del factor económico”.

Nuevos sabores y combinaciones inusuales

En relación con el sabor, el 85% de los consumidores prefiere los sabores tradicionales o nostálgicos, mientras que un segmento cada vez mayor de población, en concreto, un 67%, apuesta por probar nuevos sabores o combinaciones inusuales. Además, el 72% de los encuestados apunta que le gusta probar comida con diferentes texturas.

Otro de los sabores que están en auge son los sabores ácidos, especialmente en verano, “una época en que todos anhelamos inyectar a nuestra vida cotidiana el sabor de lo exótico”, comenta García. Se trata de sabores tropicales como el maracuyá, la guayaba, la piña o el coco, que en el caso de la pastelería suelen mezclarse con chocolate blanco por su textura cremosa y mantecosa.

“Uno de los sabores que están liderando precisamente esta categoría de nuevos sabores son los sabores fantasía, sabores como “arcoíris” o “sueño”, que están siendo muy bien recibidos sobre todo entre la Generación Z y los millennials”, ha comentado García. Este tipo de sabores ofrecen un escape de lo usual, son novedosos y apelan a experiencias sensoriales, lo que genera una conexión emocional con el producto.

Finalmente, los sabores picantes son otro tipo de tendencia creciente y, dentro de esta categoría, los alimentos swicy (dulces y picantes) son los que mayor acogida tienen en verano, con una oleada de sabores de fusión de frutas picantes en panadería, pastelería y chocolate. Los alimentos picantes ayudan a que el cuerpo se enfríe, de manera que son perfectos para la época estival, por lo que combinaciones como el mango y el chili o la naranja y el jengibre están cada vez más presentes en las recetas.

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