¿Quieres conocer todos los datos sobre el sector de la panificación en España del 2108?

Mercasa acaba de publicar una nueva edición del informe sobre producción, industria, distribución y consumo de Alimentación en España. Con un total de 592 páginas,  el objetivo final es contribuir a un permanente y mejor conocimiento de la realidad alimentaria española. Os reproducimos datos sobre el sector de la panificación y su consumo y gasto del mismo durante el año 2018.


La producción total de pan en España alcanzó durante el último ejercicio unos 1.484 millones de kilos, lo que supuso un nuevo descenso interanual del 2,5%. El valor total de ese mercado se situó en unos 3.563 millones de euros, un 3,3% menos que en el año precedente. El pan fresco normal constituye la partida más demandada, con el 74,2% del total en volumen y el 71,8% en valor, seguido por el pan industrial fresco (13,2% y 12,3%), el pan fresco integral (7,2% y 8,7%) y el pan industrial seco (5,4% y 7,2%).

El precio medio del pan se situó en 2,4 euros/ kilo, con un reducción interanual del 0,8%. Aunque, en términos generales, el mercado del pan tiende a reducirse de año en año, es necesario indicar que también se están produciendo muchos cambios en los tipos de ofertas que se comercializan. Así, continua el ascenso de las ventas de los panes precocidos congelados que, progresivamente, acaparan cuotas cada vez mayores de ventas, en detrimento de otros tipos de presentaciones. Durante el pasado año se comercializaron 787.200 toneladas de panes congelados, un 2,6% más que en el ejercicio anterior. El valor de esa partida llegó hasta cerca de los 847 millones de euros (+3,9%).

Los panes especiales y artesanos que son cada vez más demandados por un contingente significativo de consumidores. Esto ha hecho que aparezcan nuevos obradores y tahonas que proporcionan ofertas muy diversificadas de elevada calidad y de mayor valor añadido.

La presentación más demandada dentro de los panes frescos o congelados entre los consumidores españolas es la de la barra o pistola, ya que acapara en torno al 75% de todas crecimiento. La más importante es la constituida por los panes especiales y artesanos que son cada vez más demandados por un contingente significativo de consumidores. Esto ha hecho que aparezcan nuevos obradores y tahonas que proporcionan ofertas muy diversificadas de elevada calidad y de mayor valor añadido.

 

Consumo y gasto de pan

Durante el año 2018, los hogares españoles consumieron 1.454,5 millones de kilos de pan y gastaron 3.485,3 millones de euros de esta familia de productos. En términos per cápita se llegó a 31,8 kilos de consumo y 76,1 euros de gasto.
El consumo más notable se asocia al pan fresco y congelado (25,6 kilos por persona y año) y, principalmente, al pan fresco normal, con 23,8 kilos per cápita. En términos de gasto, el pan fresco y congelado concentra el 77,8% del gasto y resulta significativa la participación del pan fresco normal (54,8 euros). Por su parte, el pan industrial representa un consumo en los hogares españoles de 6,1 kilos por persona, y destaca, dentro de esta familia de productos, el pan industrial fresco (4,3 kilos per cápita). En cuanto al gasto, el pan industrial concentra el 22,3% restante y de nuevo destaca la participación del pan industrial fresco (13,0% del gasto).

 

En términos per cápita, el consumo de pan durante el año 2018 presenta distintas particularidades:

  • Los hogares de clase alta y media alta cuentan con el consumo más elevado, mientras que los hogares de clase media tienen el consumo más reducido.
  • Los hogares con niños de 6 a 15 años consumen más cantidad de pan, mientras que los menores consumos se registran en los hogares con niños menores de 6 años.
  • Si la persona encargada de hacer la compra no trabaja, el consumo de pan es superior.
  • En los hogares donde compra una persona con más de 65 años, el consumo de pan es más elevado, mientras que la demanda más reducida se asocia a los hogares donde la compra la realiza una persona con menos de 35 años.
  • Los hogares formados por una persona muestran los consumos más elevados de pan, mientras que los índices se van reduciendo a medida que aumenta el tamaño del núcleo familiarLos consumidores que residen en pequeños municipios (menos de 2.000 habitantes) cuentan con mayor consumo per cápita de pan, mientras que los menores consumos tienen lugar en los grandes núcleos de población (más de 500.000 habitantes).
  • Por tipología de hogares, se observan desviaciones positivas con respecto al consumo medio en el caso de retirados, adultos independientes, parejas adultas sin hijos, jóvenes independientes y parejas con hijos mayores, mientras que los consumos más bajos se registran entre las parejas con hijos pequeños, las parejas jóvenes sin hijos y en los hogares monoparentales.
  • Finalmente, por comunidades autónomas, Galicia, País Vasco y Asturias cuentan con los mayores consumos mientras que, por el contrario, la demanda más reducida se asocia a Aragón, Canarias y, sobre todo, Comunidad de Madrid.

Evolución de la demanda

Durante los últimos cinco años, el consumo de pan ha caído 4,1 kilos por persona y el gasto ha descendido 8,9 euros per cápita. En el periodo 2014-2018, el consumo y el gasto más elevados tuvieron lugar en el año 2014 (35,9 kilos y 85,0 euros por consumidor).

En la familia de pan, la evolución del consumo per cápita durante el periodo 2014-2018 ha sido diferente para cada tipo de producto. Respecto a la demanda de 2014, el consumo de pan industrial aumenta tanto en fresco como en seco y, por el contrario, en pan fresco se produce un descenso.

Cuota de mercado

En cuanto al lugar de compra, en 2018 los hogares recurrieron mayoritariamente para realizar sus adquisiciones de pan a los supermercados (51,7% de cuota de mercado). El establecimiento especializado alcanza en este producto una cuota del 35,2% y el hipermercado llega al 6,6%. La venta a domicilio de pan supone un 2,4% sobre el total y el resto de canales concentran un 4,1%de la cuota de venta global.

 

 

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