La harina de algarroba ingrediente saludable y sostenible en la panadería y pastelería valenciana

Uno de los cultivos más autóctonos del Mediterráneo, se perfila ya como ingrediente sano en la elaboración de panadería y pastelería valenciana, debido a sus beneficios nutricionales y a su contribución a promover prácticas agrícolas sostenibles.


Esta ha sido una de las conclusiones extraídas de la I Jornada Horneado y Degustación de Panes y Productos Confeccionados con Harina de Algarroba, organizada, en las instalaciones de Cotepa, por la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca, en colaboración con el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, con el objetivo de dar a conocer las propiedades nutricionales de esta materia prima y promover su uso en la dieta de las personas.

Asimismo, durante el evento, Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, acompañado de diversos maestros panaderos valencianos, han sido los encargados de llevar a cabo una demostración práctica, y posterior degustación, de diferentes productos de panadería y pastelería artesanos elaborados con harina de algarroba como panes, panquemao, cocas, briox, cruasán, napolitanas, empanadillas variadas, magdalenas o rosquilletas. “La panadería y pastelería actual aúna tradición, técnicas y recetas transmitidas de generación en generación. Pero también es un trabajo constante por la innovación para tratar de sorprender a nuestros clientes con sabores nuevos, manteniendo la excelencia y calidad en nuestros productos, y apostando por prácticas y materias primas más saludables y sostenibles y, para ello, una de las formas más efectivas de hacerlo es a través del uso de ingredientes naturales en nuestras elaboraciones” ha destacado Rausell.

Por su parte, José Luis Aguirre, conseller de Agricultura, ha indicado que la harina de algarroba “es un cultivo emblemático de nuestra región gracias a nuestras condiciones climáticas y al saber hacer de nuestros agricultores”. “Ofrece múltiples ventajas para nuestros productores y cuenta con diversas posibilidades para su empleo en panadería, pastelería, cocina y otros usos”, ha subrayado.

Propiedades nutricionales y ventajas medioambientales de la harina de algarroba

El árbol del algarrobo, naturalizado y de extensa tradición en la cuenca del Mediterráneo, y de manera especial en el territorio de la Comunidad Valenciana en el que se encuentra aclimatado, ofrece importantes ventajas medioambientales, que merecen igualmente una consideración muy especial.

La algarroba es un fruto con el que, en la actualidad, se preparan, entre otros, harinas, jarabes y productos hidrosolubles. Este fruto y sus productos se incorpora a bombones, brownies, helados y una amplia lista de alimentos y bebidas. Además, como producto sustitutivo del chocolate, se emplea, entre otras razones, por no contener cafeína ni teobromina, lo que supone un importante potencial para introducirse en la panadería y pastelería artesana.

En cuanto a sus propiedades nutricionales, la algarroba se caracteriza por ser un interesante antinflamatorio, con un alto contenido en fibra y antioxidante. Además, el fruto del algarrobo es el único alimento con capacidad para proporcionar, en dosis relevantes, D-pinitol, que ejerce un efecto protector de los tejidos hepático, renal y pancreático contra el estrés oxidativo. Asimismo, la harina de garrofa tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que no causa picos en los niveles de azúcar en la sangre; y es una excelente fuente de fibra, beneficiando la digestión y promoviendo la saciedad; así como muy rica en minerales como calcio, potasio, hierro y magnesio, nutrientes esenciales para el fortalecimiento de huesos. Por último, cabe destacar que la algarroba si sitúa como una alternativa al gluten, permitiendo a más personas disfrutar de productos horneados sin comprometer la salud digestiva.

Respecto a las ventajas medioambientales destaca que el cultivo del algarrobo se sitúa como una alternativa al almendro en zonas afectadas por la bacteria xylella, resistente a condiciones adversas, en las zonas en las que está aclimatado, contribuye a fomentar la biodiversidad y reducir la huella de carbono, además de actuar como una importante barrera en incendios forestales.

En definitiva, una joya culinaria y ecológica, que tiene el potencial de transformar la forma en que se percibe y disfruta de los alimentos, destacando la importancia de opciones más saludables y amigables con el medio ambiente en nuestra dieta diaria.

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