Publicamos una reflexión escrita por Juan Carbajo Aguirre, Ceo del Grupo Molinos del Duero con un mensaje de esperanza por la difícil situación en la que se vive en estos momentos.
Mi difunto abuelo, hombre sabio, donde los hubiera, decía “No hay buenos o malos negocios sino personas más o menos capaces y trabajadoras” y para redondear este concepto me contaba una frase de Miguel de Cervantes en el Quijote “Sábete Sancho que un hombre no es más que otro si no hace más queotro”. Pero sigo con el párrafo porque viene a coalición de lo que iré diciendoen el escrito. “Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que ni el bien ni el mal sean durables y de aquí se sigue que habiendo duradomucho el mal, el bien ya está cerca”. Creo amable lector que la universalidad de este libro hace que el relato sea perfectamente aplicable a la “borrasca delcoronavirus” y más si eres panadero profesional autónomo, pues para ti especialmente va este mensaje.
» Se seguirá comiendo pan todos los días y muy probablemente más que antes, con la apuesta del consumidor por la calidad y la variedad».
Pues bien, amigo mío, cuando pase este episodio, se abrirá un futuro, que sinceramente, pienso que algo hará mejorar la condición humana, aunque a mi corto entender, no tanto como auguran algunos adivinos y oportunistas. Lo que parece bastante claro es que habrá un drama económico, social y una dura remontada por bastante tiempo. Ahora, lo que sí podemos tener como seguro es que se seguirá comiendo pan todos los días y muy probablemente más que antes, con la apuesta del consumidor por la calidad y la variedad, y ello porque el pan sigue siendo un alimento esencial, nutritivo y muy económico en su precio. Dicho esto, me viene a la mente otra palabra: la resiliencia, que sin lugar a dudas, puede ser aplicable a esta pandemia y cuyo significado es la capacidad del ser humano de asumir situaciones límite, con serenidad y flexibilidad y que permite sobreponerse a ellas.
Vuestro jefe: el cliente
La mayoría de los obradores cuentan como jefe al mismo panadero, o en ocasiones lo comparten con la esposa o el hijo como sucesor pero creo que ninguno de ellos se convertirán en jefe. Vuestro jefe con mayúsculas será el cliente que será el que demande un producto de calidad. Antes de la gran pandemia, a lo largo de tu vida profesional habrás ido orientando la brújula de tu negocio en función de tus aspiraciones y las posibilidades de tu entorno socioeconómico. Todo esto es lo que ha permitido defender y mantener tu negocio con mejores y peores momentos.
«Si aún no has sentido la necesidad, la ilusión o la idea de ampliar algo la oferta de panes más atractivos para tu cliente y dar más valor añadido para ti, creo que debes dar una vuelta al asunto y ver que puedes hacer.»
Probablemente habrás ido ampliando tus productos con nuevas y variadas ofertas de pan o bollería que te han ayudado a mejorar el negocio. No te desanimes y no abandones esas iniciativas que te han ido bien antes de la crisis, porque volverán a demandarse. Si aún no has sentido la necesidad, la ilusión o la idea de ampliar algo la oferta de panes más atractivos para tu cliente y dar más valor añadido para ti, creo que debes dar una vuelta al asunto y ver que puedes hacer (sobre todo, si te ha bajado la venta) con este tiempo disponible.
¿Qué debo hacer de cara al día después?
Es difícil dar una pauta general a tu pregunta “ yo y mi circunstancia” dijo Ortega en frase universal. La cuarentena ha propiciado que las líneas de trabajo hayan cambiado. Este nueva realidad ha traído nuevas materias primas y tipos de pan que os aconsejo conocerlas de la mano siempre de un buen maestro profesional independiente, que en nuestro país los hay buenos y prestigiosos y con fama y premios nacionales e internacionales. Es importante que los conozcáis, que vean vuestras instalaciones y la realidad de vuestro negocio porque así te ayudará en tu saber del día a día.
Y qué pasa con la harina…
Por primera vez en décadas, todos los medios de comunicación han difundido la noticia de la desaparición de la harina en las estanterías de los supermercados. En esta reclusión, sin duda, han aparecido panaderos ocasionales entre los consumidores. No os asustéis porque creo que esto será bueno para el pan pues aprenderán a valorar las buenas harinas y el buen pan y, sobre todo, el trabajo del molinero y de los panaderos ya que ellos mismos entenderán que hacer un buen pan no es tarea fácil. Como conclusión, creo que habrá más consumo de pan sobre todo del buen pan.
Recordemos que en la crisis de 2007, que felizmente estábamos superando, el pan y la panadería se encontraban consolidando el cambio con un mundo de ofertas de harinas de nuevos cereales, ancestros del trigo; limpias e integrales; con diferentes tipos de molienda convencional y en piedras y un mundo ecológico apasionante. Ahora bien, te preguntarás si todo esto restará venta al pan, al buen pan, al clásico de toda la vida. Creo , en mi humilde opinión que lo refuerza. El buen pan sigue siendo una leyenda que todos los panaderos artesanos debéis salvaguardar porque es una obra maestra, cuyo sabor no cansa, nutre bien, marida con cualquier plato, sacia y da energía al cuerpo. El pan de masa madre, bien hidrata la harina, con levadura, agua, sal, amasado, cortado, formando con buenas manos y cariño y bien horneado es una obra de arte de la mejor gastronomía.
Si has llegado hasta aquí, es que el asunto te ha interesado y ello me alegra. Tal vez mis opiniones te parezcan algo idealistas, pero lo cierto es que son el fruto de la experiencia de mis años de vida profesional en el mundo de la harina y el pan, y el conocimiento de nuestras empresas más que centenarias. Y para terminar me gustaría hacer recapitulación de los principios que cualquier empresario debe tener en cuenta y por tanto no olvidar y menos en estos momentos:
- Procura diferenciar tu pan dándole su propia personalidad con un ratio precio calidad razonable y adecuado.
- Recuerda que a lo largo de tu vida vivirás, muy probablemente, otras nuevas “borrascas” y tempestades.
- Resiliencia es la capacidad de superar las amenazas y aprovechar las oportunidades.
Si crees en estos principios y los practicas con humildad, deberás;
- Analizar la realidad objetivamente para conocerla bien y obrar en consecuencia.
- Comprender que la ilusión, el esfuerzo personal, el buen saber hacer y el encuentro con el cliente, son las claves.
- Creer que el consejo y las enseñanzas del experto panadero y buen profesional independiente pueden abrir nuevos horizontes para tu negocio.
- Tener la firma voluntad de ejecutar lo necesario y la fuerza para cumplirlo.
Si a si lo crees, enhorabuena. Estás en el mejor camino para seguir luchando y manteniendo el negocio, practicando tu noble profesión de la que puedes y debes sentirte orgulloso.
Remitido por Harina Tradicional Zamorana