El horno de Babette recupera el sabor de siempre con su Roscón de Reyes

Elaborado de forma artesanal con agua de Madrid, masa madre, harina ecológica, el tradicional azucarillo, naranja confitada en el obrador y largas horas de fermentación. En su interior, las sorpresas son delicadas figuras de cerámica hechas a mano con cintas de tela de tintes botánicos.

En Navidad se suele añorar ciertos pasajes de la infancia, volver a sentirse un niño, revivir la ilusión y la magia de estas fechas entrañables rememorando situaciones, objetos y, cómo no, sabores. Este viaje al pasado es exactamente lo que consigue el roscón de reyes de El horno de Babette: rescatar el aroma, la textura y el gusto de este antiguo y tradicional dulce.

Al igual que con los panes que amasan, el roscón de reyes de El horno de Babette está elaborado con una fermentación de al menos 18 horas. El objetivo no es otro que dotar a este festivo dulce de matices aromáticos que duren en boca. En él, incorporan masa madre con el mismo fin, así como la piel de limones y naranjas ecológicos rallados a mano. Un factor clave es la elección de los ingredientes como el agua de azahar que es la de Luca de Tena por su pureza y para evitar esencias químicas que puedan encubrir los auténticos sabores de este dulce. Además de mantequilla, este delicado roscón también lleva aceite de oliva virgen extra, que nutre la miga y la mantiene tierna durante var ios días. La decoración es muy cuidada, con gajitos de naranja confitados en su obradory con el clásico azucarillo en forma de nieve, de elaboración propia. Asimismo, éste roscón huye del relleno para que el cliente pueda apreciar, sin interferencias su sabor, aroma y la suave textura.

Sorpresas en cerámica y tela

Como no podía ser de otra manera y siempre buscando el lado más artesanal, incluso en la típica sorpresa del roscón, El horno de Babette ha querido incluir pequeños y sencillos detalles llenos de sentimiento, ideales para coleccionar y guardar de un año para otro. Están elaborados por Barbara Acosta, ceramista, y Alina Macías, de Taller Silvestre, tinte botánico de tejidos, que han conseguido crear piezas elaboradas con la misma dedicación y cuidado que el roscón en el que habitan. Precio: ½ kilo 19,5 €.

BÁRBARA ACOSTA
Bárbara vive en un continuo proceso de experimentación, llevando su creativi
dad a distintos ámbitos del diseño, marroquinería, ilustración, diseño gráfico, textil y en estos momentos, desarrollando una nueva colección de cerámica realizada a mano. A lo largo de toda su trayectoria profesional se mantiene fiel a sí misma, a su sentir y totalmente comprometida con su particular visión de la belleza y de la estética. Predomina en toda su obra la delicadeza, el amor por lo sencillo y la belleza de lo imperfecto. Su mayor satisfacción es disfrutar con el proceso de creación
www.barbaraacosta.com/ IG: @barbararuiza/ barbara@barbaraacosta.com

ALINA MACÍAS & TALLER SILVESTRE
Taller Silvestre es el proyecto de artesanía contemporánea de Alina Macías. Después de (casi) toda la vida trabajando en marketing y comunicación para una marca de relojes suizos, asumió que necesitaba atender su necesidad vital de trabajar con las manos. El estudio recolecta plantas y flores silvestres para trabajar en dos ámbitos: composición floral y tintes botánicos. Es un proceso largo y lento, respetuoso con la pieza y el medioambiente. Es casi un ritual. Los colores que obtienen son delicados, especiales y están llenos de matices, resaltando la textura del tejido. A Alina le gusta pensar, un poco de manera mágica, que las propiedades de las plantas se trasladan a los tejidos. Taller Silvestre quiere rendir homenaje al trabajo realizado con las manos y transmitir la poesía en elproceso de creación y fabricación. Poner en valor la belleza de la imperfección, la fragilidad, loingenuo y sutil.
www.tallersilvestre.com/ IG @tallersilvestre/ hola@tallersilvestre.com

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