La clave que cualquier empresario desearía tener en su poder: cómo conseguir que los compradores acudan a su establecimiento. Aunque no se puede dar una respuesta infalible, sí que existen algunos trucos que ayudan a conseguirlo.
Ubica bien tu local para que los clientes entren
Cuando la decisión de montar un negocio está tomada, uno de los principales interrogantes con los que se encuentra el empresario es ubicar el establecimiento en el sitio idóneo, decisión que debe ser estudiada con detenimiento ya que, una vez emprendida la actividad, condicionará la atracción de la clientela hacia la tienda y, por lo tanto, la rentabilidad del negocio. En más ocasiones de las que creemos, elegimos una tienda frente a cualquier otra por su localización. Por ello es importante situar el local donde presente las mínimas limitaciones posibles para la clientela potencial del negocio. Una vez ubicado, el local debería tener la entrada por la derecha ya que, la mayoría de personas caminan, de forma inconsciente, por ese lado. De este modo, nos aseguramos que quien pase por delante de la tienda vea todo el establecimiento y pueda sentirse motivado a entrar.
Monta un escaparate que llame la atención
El escaparate es la tarjeta de presentación de un negocio y por eso es importante que el empresario se preocupe en actualizarlo. Con un poco de imaginación y originalidad se puede conseguir el objetivo del escaparate, atraer a la clientela para que entre en el establecimiento. Los artículos que se escogen para mostrar en el escaparate han de reunir tres cualidades: ser atractivos a la vista, actuales y tener un buen precio. Un buen escaparate ha de estar correctamente distribuido, iluminado y debe mostrar una cuidada combinación de colores. También es esencial que ofrezca una imagen pulcra en todos sus elementos: cristales, productos, repisas. Cada tres o cuatro semanas se ha de variar el escaparate y los artículos que se muestran en él para que no aburra. Lo ideal es que los productos que se exhiben estén relacionados para que los conceptos que se transmitan sean claros. También es importante que los precios estén visibles. El escaparate debe llamar la atención de quien pasa frente a él. De este modo, el cliente, si en un primer momento no se decide a entrar, más tarde puede recordar en qué tienda vio un determinado artículo.
Coloca los productos para estimular la compra
Está demostrado que más de la mitad de las compras que se realizan no están planificadas antes de llegar al punto de venta. Se trata de la compra por impulso, la que se decide en el establecimiento; la que el cliente hace porque se siente atraído por un producto. Y, para motivar al comprador, es importante colocar los productos de forma estratégica. Existen algunos trucos que pueden ayudar a distribuir los artículos en una tienda. Por ejemplo, la altura ideal para colocar un producto es la que va desde debajo de los ojos hasta las rodillas porque, de este modo, se facilita la accesibilidad del cliente.
Pon muebles que favorezcan la venta
Los muebles que se utilizan en el punto de venta marcan la imagen del local y ayudan a que el producto expuesto en ellos se venda más fácilmente. El mobiliario debe ser coherente con el producto y con el cliente potencial. Por su parte, los mostradores y muebles especiales para el escaparate, además de exponer el producto, constituyen instrumentos de promoción de la marca. Un expositor final, que el comprador pueda ver de cara, también puede estimular la compra de un producto porque el cliente lo verá de forma clara.
Atrae a los clientes a través de sus sentidos
Si se quiere llamar la atención de la clientela hacia un lugar concreto del establecimiento o hacia determinados productos, los colores juegan como aliados a nuestro favor. De forma inconsciente, centramos nuestra atención en los objetos cuyo color nos transmite alguna sensación agradable. Eso sí, para cada intención un color. Por ejemplo, si lo que se quiere es destacar alguna novedad, el rojo y el amarillo pueden resultar efectivos. El rosa, combinado con el azul cielo, suele atraer al comprador femenino y el rojo, aliado al amarillo verdoso, conquista a los hombres. Los olores desempeñan un papel similar al de los colores en este sentido. También se puede motivar la compra por el olfato. El olor a pan recién hecho, a pizza, situados de forma estratégica, puede incitar a los compradores.
Coloca los carteles donde los lean
Para que el cliente preste atención a los letreros de publicidad lo ideal es colocarlos en un lugar del establecimiento en el que lo único que tenga que hacer el comprador es leer. No es efectivo colocar carteles entre la puerta de la calle y la zona de tienda, este es el lugar que los clientes necesitan para habituarse al nuevo espacio, por lo que es mejor que se deje libre.
Se amable con los compradores
Resulta fundamental que el cliente se sienta bien atendido para que vuelva a comprar en un establecimiento. En este sentido, es esencial que el personal de la tienda sea amable con el comprador, tanto en la atención telefónica como a la hora de pagar. Los empleados han de saber escuchar al cliente e intentar satisfacer los productos o servicios que éste busca. Otro factor indispensable es la fluidez, y no tener prisas, en la atención, tanto en la propia venta como en el cobro. El servicio que el cliente reciba hará que repita o no en la panadería. La amabilidad, cordialidad y simpatía marcarán también la evolución y rentabilidad de un negocio.