Las cerca de 600 pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid venderán en estas fiestas, dos millones y medio de “Roscones”, con un incremento destacado respecto al pasado año, según estimación de la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de Madrid que preside Juan Antonio Martín Molero
La adaptación a las nuevas tendencias de consumo provoca en la pastelería artesana madrileña la venta de medidas más pequeñas para adecuarse a todo tipo de familias, las piezas de 500 gramos son las protagonistas y la reducción en la proporción de azúcar empleada. Un 50% prefiere el producto relleno de nata o trufa, y el precio apenas experimenta variación respecto al pasado año.
Se constata la creciente tendencia del consumidor por adquirir el roscón realizado artesanalmente (sin conservantes, ni otros añadidos) y consumido unas horas después, de su elaboración y compra, lo que viene a significar que cada día se demanda más lo artesano y de mejor calidad.
Podría decirse que el “Roscón de Reyes” es uno de los dos postres más destacados de Madrid y más consumido en las fechas navideñas (los escaparates de las pastelerías madrileñas se inundan y decoran con este postre).
Los valores de calidad que defiende la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de Madrid vienen contemplados en la creación del “Sello Artesano de Calidad” nacido en el año 2018 con el apoyo de la Dirección General de Comercio y Consumo de la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda de la Comunidad de Madrid, con el objetivo de identificar y apoyar a las pastelerías de Madrid que elaboran sus productos de forma artesana y tradicional.