Este premio sirve para reivindicar el oficio de panadero y la elaboración artesanal de este producto, clave en la cultura y gastronomía españolas.
La decisión ha sido tomada por un jurado repleto de profesionales del sector, presidido por José Carlos Capel (crítico gastronómico) e integrado por Telmo Rodríguez (bodeguero y vicepresidente del Club Matador), Juan Manuel Bellver (director de Lavinia y crítico gastronómico), Estela Gutiérrez (pastelera y propietaria de ‘Estela Hojaldre’), Clara P. Villalón (consultora gastronómica) y el ganador de la pasada edición, uno de los maestros panaderos de Cientotreinta Grados, Alberto Miragoli.
El presidente del jurado, José Carlos Capel, ha destacado de la pieza ganadora que “es un pan de miga elástica, alveolada, con una corteza dorada y crujiente, una acidez muy controlada, muy suave, y sabor intenso a cereales que al final me recuerda un poco a la cerveza”.
Acid Bakehouse, ha competido con otros cinco finalistas: Levain Tahona Artesana, Marea Bread, Obrador San Francisco, Panadarío y Panem. Todos ellos han presentado dos hogazas de kilo elaboradas únicamente con harina de trigo, agua, levadura sal. Su valoración se ha llevado a cabo siguiendo cinco criterios: aspecto, cocción, miga, olor y gusto.
Este premio para Fede Graciano, uno de los propietarios de Acid Bakehouse, junto a Sasha Zavgorodniaia, supone “un honor porque es importante que se valoren panaderías pequeñas como la nuestra”.
Acid Bakehouse (Magdalena, 27) es la segunda sucursal de esta pequeña marca madrileña especializada en panadería y pastelería que cuenta con Paula Senior como head baker. Abrió sus puertas en 2017, el Acid Café (Verónica, 9), y hace apenas un año inauguró este obrador consagrado a los panes y a la bollería artesanos.
Además de la certificación que le acredita como vencedor de la cuarta edición del premio ‘El Mejor Pan de Madrid’, Acid Bakehouse se convierte en proveedor oficial del Club Matador durante un año.
‘El Mejor Pan de Madrid’ es una iniciativa inspirada en el certamen que desde hace más de 27 años se organiza en París para elegir la mejor baguette de la ciudad. El ganador se convierte en proveedor del Palacio del Elíseo durante un año.