La cita, que este año tendrá lugar el 22 y 23 de octubre en la ciudad aragonesa, se llevará a cabo bajo el título “Seguridad alimentaria de la cadena: de la semilla a la mesa”. Ponentes nacionales e internacionales participarán en el encuentro cerealista más importante del sector para analizar los futuros desafíos de la cadena de valor.
La Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC) organiza sus XXXVI Jornadas Técnicas en Zaragoza, el 22 y 23 de octubre. La ciudad aragonesa acogerá, por tercera vez, a profesionales de toda la cadena de valor. Aragón es tierra cerealista con sus cerca de 800.000 hectáreas de campos dedicadas al cereal, su producción anual supera los 2 millones de toneladas lo que la convierte en una de las principales regiones productora del país.
Este año la cita lleva por título “Seguridad alimentaria de la cadena: de la semilla a la mesa” y se centrará en analizar, en el sentido más amplio, la seguridad alimentaria, así como los desafíos futuros en cuanto a abastecimiento, producción, actualidad de los mercados internacionales y los retos tanto ambientales como económicos que enfrenta el sector, entre otros muchos temas. Además, dado el emplazamiento elegido en esta edición, Francia contará con un especial protagonismo en el programa, con el objetivo de crear un espacio de conocimiento agronómico compartido entre ambos países.
Para Javier Alonso, presidente de la AETC, la celebración de las XXXVI Jornadas Técnicas en Zaragoza confirma el compromiso de la asociación con la mejora continua del sector cerealista. “Estamos encantados de reunir una vez más a profesionales de toda la cadena de valor del cereal en un evento que promueve el aprendizaje, el compartir conocimiento y la innovación. En un contexto de cambios constantes y desafíos emergentes, estas jornadas son cruciales para impulsar el desarrollo de nuestro sector», afirma.
Este encuentro, que se ha convertido en el mayor evento cerealista de España, está dirigido a profesionales y técnicos de cooperativas y empresas agrarias, así como a comercializadores, molinos, malterías, sectores relacionados con el maíz, fabricación de piensos, industrias de panadería, bollería, galletas y pasta alimenticia. También son relevantes para empresas y asociaciones dedicadas a la distribución, asociaciones de consumidores, centros tecnológicos e investigadores, laboratorios, universidades y administraciones públicas.
