La capital española acoge esta Navidad la III Feria de Productos Monásticos, un evento que reúne a más de 80 monasterios de España, Francia e Italia en la emblemática Plaza Mayor, ofreciendo un auténtico festín de dulces artesanales y productos de convento.
La III Feria de Productos Monásticos ha abierto sus puertas en la Casa de la Panadería, situada en la histórica Plaza Mayor de Madrid, transformando este rincón céntrico en un escaparate de tradición, sabor y espiritualidad. Durante cinco días, más de 80 monasterios y conventos de España, Francia e Italia ofrecen al público una selección única de productos elaborados por monjas y monjes en régimen de clausura.
Durante la feria, los visitantes han podido descubrir un millar de productos elaborados por monjas y monjes siguiendo tradiciones centenarias. Entre ellos destacan mazapanes, turrones, polvorones, panettones, así como artesanía religiosa, cosmética natural y belenes. “Estos productos son fruto de la dedicación y la oración diaria de nuestras comunidades”, explican los organizadores. “Además de compartir nuestra tradición, la feria nos permite sostener económicamente los monasterios y conventos”, añaden.
El evento se ha consolidado como una cita navideña imprescindible para quienes buscan regalos artesanales y auténticos, con el valor añadido de apoyar a comunidades religiosas que mantienen viva la tradición del ‘ora et labora’. Los asistentes han podido comprar directamente de los monasterios, conocer el proceso de elaboración de los dulces y disfrutar de un ambiente lleno de espíritu navideño, historia y cultura.
Un festín de dulces tradicionales y novedades gourmet
La feria muestra una impresionante variedad de productos: desde los clásicos dulces navideños hasta innovaciones más modernas. Entre lo que se puede encontrar:
- Mazapanes, polvorones, yemas, turrones, panettone… dulces tradicionales elaborados según recetas centenarias.
- Propuestas más originales como turrón de matcha, pistachos caramelizados, “bolitas” de macadamia con chai, quesos artesanos, galletas de queso o incluso patés o productos salados elaborados por monjes.
- Además de alimentos, la feria ofrece cosmética natural, jabones, velas, belenes, artesanía religiosa, e incluso objetos hechos a mano en los conventos —todo bajo la filosofía de “obra manual + contemplación”.
En total, más de 900 – 1.000 productos diferentes para comprar.
