Mantener el pan fresco es un desafío cotidiano, puesto que los métodos de conservación que se usan influyen en su durabilidad. Os dejamos algunos trucos y ventajas para conservar bien durante días el pan en tu casa.
Un reto al que se enfrenta a diario el consumidor es mantener el pan fresco. Esa textura crujiente y el aroma que tanto nos gusta parecen desaparecer en cuestión de horas si no sabemos cómo conservarlo adecuadamente. La mayoría de las veces se termina con un pan duro, blando o incluso mohoso, sin entender qué hicimos mal. Dos de los errores más comunes pasan por guardarlo en bolsas de plástico o dentro del frigorífico, creyendo que así se mantendrá fresco por más tiempo. Sin embargo, estos hábitos resultan ser la causa principal de que el pan pierda su calidad, ya que la humedad que generan favorece la aparición de moho y acelera el proceso de endurecimiento del pan.
“Nunca en una bolsa de plástico”
El pan nunca se debe almacenar en una bolsa de plástico siendo el consejo más contundente para quienes desean mantener el pan fresco y delicioso durante más tiempo. La bolsa de plástico, aunque parece una opción práctica, crea un ambiente cerrado que impide que el pan respire. Esto provoca que el pan se humedezca rápidamente, creando un entorno perfecto para el crecimiento de bacterias. El resultado es un pan que rápidamente se vuelve gomoso y pierde la firmeza de su corteza. El exceso de humedad dentro de la bolsa de plástico no solo afecta la textura del pan, sino que también favorece la aparición de moho. En este entorno cerrado, los hongos y moho encuentran las condiciones perfectas para reproducirse, haciendo que el pan se eche a perder en cuestión de días. Esto evitar el uso de bolsas de plástico es fundamental si queremos prolongar la frescura de nuestro pan y evitar que se convierta en un nido de moho.
¿Cuál es la mejor forma de conservar el pan?
Se recomienda guardar el pan en papel de seda o simplemente sobre un trapo limpio, de esta manera el pan fresco se conservará en buen estado durante al menos dos o tres días. No obstante, y según otros expertos, la mejor forma de conservar el pan en buen estado es utilizar una bolsa de papel. Este método permite que el pan respire y conserve su corteza crujiente, manteniéndose fresco durante más tiempo y evitando la aparición de moho. Además, si la bolsa tiene un recubrimiento de parafina prolongará su frescura. Utilizar papel de seda, una toalla limpia o una bolsa de papel son las mejores opciones para conservar el pan. Además, las tradicionales paneras también son una buena opción, ya que proporcionan un entorno ventilado y adecuado para que el pan se conserve fresco durante más tiempo.
