Costumes, embajador de la empanada artesana gallega

Las empanadas de Costumes Gastronómicas de Galicia son completamente artesanales y elaboradas a mano. Desde el Polígono Industrial de Bértoa, la empresa elabora el producto de forma casera y lo reparte a toda España.


En 2015, Francisco Fraga, tercera generación de una familia de panaderos, abre Costumes Empanadas de Galicia donde elabora empanadas artesanales con ingredientes 100% naturales de numerosas variedades: atún, carne, bacalao, pollo y champiñones, berberechos, mejillones, sardinillas, zamburiñas, pulpo… En estos años, el negocio, ubicado en el Polígono Industrial de Bértoa (Carballo, A Coruña), se ha convertido en uno de los grandes embajadores de la empanada gallega, ya que distribuye al por mayor en panaderías, obradores y locales hosteleros de toda España. 

La masa quebrada con la que elaboran sus empanadas les diferencia y consigue que el sabor sea más intenso, artesanal y auténtico, recordando los sabores de antaño en diferentes zonas de Galicia, tanto de interior como de montaña, o de costa. El secreto de su éxito es emplear ingredientes de calidad y un proceso manual en el que se presta atención a cada fase, desde el pelado y pochado de la cebolla hasta los sofritos y rellenos hechos con materias primas del país y aceite de oliva extra. Una vez elaboradas las empanadas, no se les añade ningún conservante. Se entregan congeladas y para degustarlas sólo hay que cocerlas durante 45 minutos en el horno a 180ºC. 

El resultado es un producto tradicional de exquisito sabor y textura, porque tanto los sofritos como los rellenos están hechos con materias primas del país y aceite de oliva, para conseguir un sabor 100% natural, como el de las panaderías tradicionales de muchas aldeas de Galicia.

Aunque el origen de la empanada gallega es tan antiguo como incierto, se sabe que ya en el siglo VII existían referencias sobre su elaboración y desde el siglo XII puede verse representada en el famoso Pórtico de la Gloria que el Maestro Mateo diseñó para la catedral de Santiago. En el pórtico se puede apreciar la figura de un condenado por gula cuya infernal penitencia es la de intentar probar bocado de una empanada.

Hoy día se puede disfrutar de estas empanadas, sin temor a ser condenado, en casi cualquier punto de nuestra geografía.

Related posts