Un total de treinta alumnos y alumnas andaluces de Formación Profesional han participado en Madrid en el Campeonato Nacional de FP ‘Spainskills 2019’, donde han tenido que demostrar las habilidades técnicas y prácticas adquiridas en sus estudios.
Estas olimpiadas, que se celebran con carácter nacional cada dos años, tienen como objetivo divulgar y promocionar el atractivo de esta formación, además de servir de lugar de encuentro para estudiantes, profesorado y empresas.
Andalucía ha presentado veinticinco competidores en 23 de las 26 modalidades convocadas que son Mecatrónica, CNC – Torneado y Fresado, Soldadura, Fontanería y Calefacción, Electrónica, Desarrollo Web, Instalaciones Eléctricas, Control Industrial, Ebanistería, Carpintería, Floristería, Peluquería, Estética, Tecnología de la Moda, Tecnología del Automóvil, Cocina y Patelería, Servicio de Restaurante y Bar, Pintura del Automóvil, Jardinería Paisajística, Refrigeración, Administración de Sistemas en Red, Cuidadados Auxiliares de Enfermería y Atención Sociosanitaria y Panadería y Pastelería. Además, otros cinco estudiantes han participado en las modalidades de exhibición en Robótica Móvil y Recepción Hotelera.
Estos alumnos han resultado ganadores del V Campeonato Autonómico de Formación Profesional, celebrado en Huelva en abril de 2018 con la participación de más de 173 estudiantes.
Las Spainskills cuentan con estudiantes de formación profesional que representarán a todas las comunidades y ciudades autónomas. En la pasada edición celebrada en 2017, Andalucía obtuvo un total de nueve medallas, tres de oro, cinco de plata y una de bronce. Los premiados en el concurso nacional participarán sucesivamente en las competiciones europeas (EuroSkills) y mundiales (WorldSkills).
Spainskills ofrece una plataforma en la que mostrar la excelencia de la formación profesional en una variedad de áreas: cultural, económica, tecnológica y científica. Esta plataforma, que funciona como un escaparate, promociona la innovación constante de la Formación Profesional que debe evolucionar de forma paralela al tejido empresarial. Constituye de esta forma un lugar de encuentro para instituciones gubernamentales, empresarios patrocinadores e instituciones educativas.
Este concurso permite la simbiosis necesaria entre el tejido empresarial y el educativo que permite la formación de los profesionales que las empresas necesitan, generándose así un beneficio mutuo y social
